Cuándo tus experiencias no son las que deseas.
Cuando te invade la desesperación en abandonar eso que no te gusta.
Cuando deseas de todo corazón tener una vida sublime y sin embargo te enredas en la ansiedad.
Cuando estas encarcelado en un círculo vicioso donde es imposible para ti encontrar la salida .
Cuando ya no puedes visualizar porque tu atención está íntegramente atrapada en el drama.
Cuando ya no tengas aliento para tomar una decisión.
Cuando la mente y el corazón están a punto de estallar porque te has olvidado que eres causa y te crees tus circunstancias.
Solo RÍNDETE.
Le estoy hablando a tu intelecto. A tu mente razonadora.
Solo RÍNDETE.
En la rendición se aceptan las circunstancias tal como están.
No se lucha por abandonarlas, ni cambiarlas, ni aniquilarlas.
Solo se aceptan.
Al aceptarlas automáticamente cesa el juicio de valor.
Y es el propio juicio de valor que hace que la atención quede atrapada.
Sólo ríndete. Observa los eventos en una posición objetiva.
Son solo experiencias sin cualidades ni defectos.
Solo experiencias.
En la rendición, liberas tu atención entonces podrás notar que siempre has sido libre en elegir.
Que nunca hubo enredo, que jamas existió una prisión. Que la ansiedad y desesperación eran ilusión.
Entonces ríndete y elige una nueva experiencia, pero esta vez en forma deliberada.
©Móni Ciampagna
