DIFERENCIA ENTRE ACEPTARSE CAUSA Y SABERSE CAUSA.

Capítulo XI del libro “Si quieres ser un manifestador deliberado, espontáneo e instantáneo: AQUIÉTATE ELIGE SÉ -disponible en Amazon, en breve audiolibro completo


Hemos visto que somos esa energía, ese éter, ese universo, ese Dios, tan
solo porque somos la totalidad.


Entonces somos causa por ser la totalidad, EL CREADOR.


Y además somos EL SELECCIONADOR DE LA REALIDAD, seleccionador
de nuestras experiencias y lo hacemos (sé que soy reiterativa) mediante
nuestro sistema de creencias.


Así elegimos una realidad donde hay un otro a quien influir, o un otro a
quien enviarle energía sanadora o calibradora, o un otro a quien hacerle un
trabajo.


Y aunque elegimos esa experiencia, esa misma elección nos aleja del
objetivo: SABERNOS CAUSA.


Y entonces llega la pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre aceptarse causa
y saberse causa?


La aceptación de causa queda en el ámbito intelectual. Me acepto causa
porque leí libros que recomiendan eso. Porque Móni aquí está escribiendo
que soy la totalidad y la individualidad eligiendo una realidad.


Es un conocimiento intelectual.


El saberse causa trasciende el intelecto. Se siente. Se sabe en el corazón.


Es un saber integrado, que no es influido por ninguna reacción.


Reacción es lo opuesto a acción, es la respuesta a un estímulo. Y tal
respuesta está condicionada a lo que tenemos en nuestros archivos, a
nuestro estado de consciencia.


Por lo tanto, el saberse causa trasciende nuestro estado de consciencia,
de todo lo que aceptamos como cierto en forma consciente o inconsciente.

Es recordar nuestra esencia, tomar nota de nuestra esencia que alberga
todas las creencias (todas las posibles realidades), y que aún no han sido
seleccionadas. Es el punto cero.


El fin de la vida es justamente eso, sabernos causa.


Lo hacemos cada vez que hacemos realidad nuestros deseos en forma
consciente.


Y para hacer realidad nuestros deseos en forma consciente es menester
adiestrar nuestra mente, nuestra atención.


Entonces el fin de la vida es adiestrar la mente para sabernos causa, toda
vez que todo lo demás en una consecuencia obvia de una mente
adiestrada.


Anteriormente mencioné que el elegir una realidad donde le envío mensaje
subjetivo a alguien o energía sanadora o el hacer un trabajo, etc. nos aleja
del objetivo de sabernos causa.


Esto es así porque tapamos con una mano el hecho que somos la totalidad
y que todo ha sido creado por nosotros y nosotros elegimos de toda
nuestra creación aquella que será nuestra experiencia terrenal.


Cedemos el poder a un acto externo. Cedemos el poder a la voluntad o
sistema de creencias de un “otro”. Cedemos nuestro poder a nuestras
propias elecciones, a nuestro reflejo de estado de consciencia.


Todas las perspectivas son verdad, y todas funcionan, pero hay una que es
libre de obstáculos. La perspectiva de sabernos causa.


Cuando nos sabemos causa, no creemos en influencias a otros, ni en
voluntades ajenas o de sistemas de creencias independientes.


Seré mas específica.


Cuando nos sabemos causa, conforme nuestra conveniencia, nos
ubicamos en el rol de EL CREADOR, donde mi propio cuerpo y todo
cuanto existe es un reflejo de un estado de consciencia.

No hay “otros” solo estoy yo, El Creador con mi propia creación a punto de
elegir una experiencia.


Entonces elijo, la experiencia de salud, belleza, armonía en mis relaciones,
la salud de mi vecino, el matrimonio con la persona amada, la prosperidad
de un familiar.


Solo elijo una versión de las infinitas versiones de realidad y sus diferentes
combinaciones y así será mi experiencia de vida.


LOS BENEFICIOS DE SABERSE CAUSA


La ventaja de saberse causa es que la eficacia de una asunción /
visualización, no está supeditada a la aceptación o sistema de creencias
de un “otro”, de un reflejo.


Todo mi trabajo se limita a imaginar y vivir en la imaginación lo que deseo.
Si mi deseo es que mi vecino tenga buena salud, solo hago eso: imagino
vívidamente que mi vecino está saludable.


Si mi deseo es casarme con tal o cual persona: solo imagino eso, que me
casé con tal o cual persona.


Si mi deseo es que mi amigo sea próspero, solo imagino eso, que mi
amigo es próspero ahora.


Y así con todas nuestras experiencias.


Cabe argüir que todo lo que entre en mi vida es mi experiencia directa. No
es la experiencia de un “otro”, pues recuerda que no hay otros, solo estoy
aquí viviendo el reflejo de mi estado de consciencia.

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Publicado por Aquiétate Elige Sé

Asesora, conferencista, abogada, escritora. Comencé mi camino espiritual consciente cuando era niña y me dedico a asesorar desde hace 13 años.

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