Si toda experiencia nace en nuestros sistemas de creencias para proyectarse en el mundo de las formas, entonces la vida es una ilusión.
¿Si es una ilusión, por qué elegir en la ilusión experiencias como: ansiedad, preocupación, frustración, tristeza, enojo, enfermedades, depresión, falta de dinero?
Porque aún no te diste cuenta que son tus creencias, o dial o frecuencia o como desees llamarlo, el que da lugar a tal o cual circunstancias o evento.
Es momento que establezcas un sistema de creencias elegido por tí cuidadosamente.
Y me preguntas, ¿cómo hacer eso?
Te respondo: imaginando creídamente que tienes la experiencia que deseas.
Insiste y esa imaginación creída establecerá un estado de consciencia o sistema de creencias, o un dial o frecuencia o como quieras llamarlo.
¿Te anotas?
Móni Ciampagna.