Para que nuestros deseos se hagan realidad, la mecánica es única. Sentir que lo hemos logrado. Que eso que tanto queríamos , sucedió. O que nuestras plegarias han sido escuchadas.
Es indiferente cual es tu religión o creencias sostengas, en última instancia siempre se trata de sentir que YA HEMOS SIDO ESCUCHADOS.
Habiendo sido escuchados, ¿ qué sentido tiene estar atento a las señales?
Una señal es un aviso o indicio sobre algo, en este caso, un aviso de que nuestro deseo se está por cumplir.
¡Pero hemos sentido que el deseo ya se ha cumplido, que hemos sido atendidos! ¿Acaso no es contradictorio sentir el logro y a la vez sentir que está por llegar ?
Toda experiencia es reflejo de un estado de consciencia, un reflejo de nuestras creencias, y las creencias son las que dan lugar a nuestras experiencias.
Las señales son una experiencia, por lo tanto el reflejo de lo que crees. Crees en señales.
¿Te conviene creer en señales o creer que ya fuiste atendido?
¿Qué es lo que buscas en definitiva? ¿La experiencia de que algo está por suceder pero nunca ternima de hacerlo? ¿O quieres que eso que deseas se cumpla?
Cuando estas atento a las señales, las tendrás por todos lados. Pero solo eso: señales.
Te sugiero que no te pierdas en eso, tan solo insiste imaginando creídamente que tu deseo se cumplió. No importa si para sentir el logro ores, bailes, cantes, hagas rituales, recites mantras , escribas, pintes, te pellizques el dedo gordo…Tu solo busca tu manera de hacerlo y ya.
©Móni Ciampagna
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